Más Educación Ambiental y actividades al aire libre. Así debería ser la «nueva normalidad» en la educación del futuro
El curso 2020-21 comienza en medio de la situación más compleja que, tanto la comunidad educativa cómo la sociedad en general, se hubiese podido imaginar.
La COVID-19 nos ha situado ante una emergencia sanitaria. Es prioritario extremar las medidas sanitarias encaminadas a reducir la propagación del contagio entre la población escolar, los docentes y sus familias. Además de la legalidad, la responsabilidad social y el sentido común. Esto nos obliga pues, a seguir todas las indicaciones de las autoridades sanitarias y educativas para preservar su salud y a poner todos los medios necesarios para ello.
También es imprescindible compaginarlo con el derecho y la necesidad de los niños y niñas a recibir una educación. No debemos olvidar los aspectos emocionales, psicológicos y sociales que tienen en estas edades que van desde la Educación Infantil hasta la ESO.
Epidemiólogos y pedagogos alertan de los riesgos de los espacios cerrados
No obstante, ante algunas directrices que se inclinan por mantener a los escolares en una especie de “confinamiento escolar”, epidemiólogos y pedagogos alertan de los riesgos de los espacios cerrados. También resaltan las múltiples ventajas para la salud y el desarrollo cognitivo, que supone el contacto con la naturaleza. Por ello, proponen formas de una educación más “amables”. Estas consisten en qué parques, calles peatonales, o patios, sean utilizados para impartir clases de manera segura. Formas en las que la naturaleza se convierte en una aliada para una vuelta a las aulas. La Educación Ambiental.
Hace unos días leíamos en un articulo de Beatriz Luca (El País). En el citaba a Jordi Sunyer, jefe del grupo de infancia y medio ambiente de Instituto de Salud Global de Barcelona. Éste afirma que «la transmisión del virus disminuye en el exterior. Hay hasta 19 veces menos de posibilidades de contagio al aire libre”. Y no es solo su opinión. Aunque el conocimiento de la enfermedad nos va aportando datos a veces cambiantes, lo que sí parece claro es que la actividad en espacios abiertos es un freno para el contagio.
Pero además educar al aire libre, (Educación Ambiental) tiene enormes ventajas para los escolares.
Katia Hueso, una de las pioneras de las escuelas bosque en España y fundadora de una de las escuelas englobadas en la Asociación Nacional de Educación en la Naturaleza (EDNA), afirma que: «el aire libre permite además unas oportunidades de aprendizaje a través de la experimentación, la exploración y la experiencia directa que no pueden dar los espacios cerrados.»
Pero no es la única voz que lo afirma.
«Tenemos a los niños en espacios cerrados donde creemos que están más seguros y en realidad les imponemos vidas no saludables»
Heike Freire, psicóloga, investigadora y autora del libro “Educar en Verde”, entre otros dedicados a la pedagogía, afirma que:
- Los niños que juegan y aprenden en un entorno natural con regularidad, tienen un sistema inmunitario más fuerte y caen enfermos con menor frecuencia.
- Presentan menos problemas de obesidad, asma y alergias.
- Desarrollan mejor sus habilidades motoras, de equilibrio, agilidad y coordinación.
- Mejoran su capacidad de razonamiento, observación, atención y concentración.
- Despliegan una actividad más creativa.
- Son más autónomos y capaces de mantener una autodisciplina.
- Tienen más habilidades sociales.
- Expresan sentimientos de cuidado, empatía, amor y unidad con el mundo y en defensa del medio ambiente, etc.
«Tenemos a los niños en espacios cerrados donde creemos que están más seguros y en realidad les imponemos vidas no saludables»
Desde hace tiempo viene alertando de que «Tenemos a los niños en espacios cerrados donde creemos que están más seguros y en realidad les imponemos vidas no saludables». Y desde el inicio de la pandemia esta experta fue una de las voces más críticas que alertaban sobre los efectos del confinamiento en la infancia.
Con la decisión de algunos centros educativos de eliminar todo tipo de las salidas al exterior del centro escolar, la situación se puede agravar en estos momentos. Lo que provocará que los niños y niñas que no hayan sufrido trauma con el confinamiento, lo van a sufrir con la vuelta a las aulas. Esto ocurrirá si lo hacemos con las premisas que nos están planteando, antinaturales para cualquier niño o niña.
Así pues, desde ACTIO Actividades Educativas, pensamos que facilitar el acceso a la naturaleza y al aire libre al alumnado, garantizando el cumplimiento de los protocolos de seguridad establecidos por las autoridades sanitarias y los propios centros educativos, no solo no está reñido con la lógica preocupación por la salud, sino podría ser clave en la reanudación del curso de forma segura.
“Los recursos están, los espacios están, hay educadores ambientales, de calle, y trabajadores sociales disponibles que podrían apoyar, tenemos la red de equipamientos de educación ambiental (ubicados en la mayor parte de los casos en espacios naturales o parques periurbanos y que cuentan con espacios abiertos que garantizan el necesario distanciamiento social), podemos hacer partícipes a las familias que lo deseen y sabemos que funciona. Solo hace falta voluntad y flexibilidad para introducir esta filosofía educativa. Si el virus ha venido para quedarse, que al menos saquemos algo positivo de todo esto”, dice Katia Hueso en el mencionado artículo de El País.
Desde ACTIO ofrecemos a la comunidad educativa nuestros servicios. Siempre ajustados a las exigencias de las autoridades sanitarias y a las normas de seguridad e higiene establecidas (distancia entre las personas, desinfección del material, …), con la posibilidad de realizarlas en espacios al aire libre del propio centro escolar o en entornos naturales (parques, jardines, huertas, …), próximos a los mismos para evitar cualquier desplazamientos en medios de transporte, ni público ni privado.
Podemos transformar las zonas verdes donde no existen aglomeraciones ni tránsito excesivo de personas en horario escolar. Donde la vegetación se encarga de aliviar la contaminación y repartir oxígeno continuamente. En aulas al aire libre donde desarrollar actividades de educación ambiental.
Actividades donde explicar precisamente la importancia de los parques y jardines urbanos como pequeños pulmones verdes. Las diferentes especies de árboles y arbustos que encontramos en ellos. Lo necesaria que es esa variedad de especies vegetales para la biodiversidad urbana. Las mariposas. El complejo mundo de los insectos. El papel de los murciélagos como insecticidas naturales y sus extraordinarias adaptaciones, etc.
O de las aves que nos acompañan con sus vuelos. Sus formas, sus colores, sus cantos en nuestros pueblos y ciudades. De sus viajes migratorios, de su alimentación o de porqué hay menos gorriones comunes. Cómo han llegado las cotorras a nuestros parques o porque las gaviotas son cada vez más comunes en nuestros tejados.
Además este año realizaremos actividades gratuitas en la Alquería de Félix del parque de Marxalenes (Valencia) y en el Casal de Esplai de El Saler que se pueden solicitar a través del Servicio de Juventud del Ajuntament de València.
Y también utilizar el juego al aire libre (en el centro o en el exterior) para abordar cuestiones como el cambio climático, la movilidad o la gestión de los residuos con recursos educativos propios que ACTIO ha desarrollado.
Todas estas actividades, además de promover la educación en los valores ambientales de los escolares, pueden también colaborar a aliviar las necesidades de espacio de algunos centros educativos. Nuestro equipo de monitores y monitoras puede convertirse en un equipo de colaboradores para la tarea educativa que los docentes realizan en las aulas. Les facilitamos vivir experiencias de lugares abiertos, cielos limpios, espacios verdes en los que jugar y aprender, e incorporar la sostenibilidad en la “nueva normalidad”. De este modo, favorecemos el desarrollo integral de niños, niñas y adolescentes al realizar actividades en contacto con la naturaleza más próxima.
Además, para aquellos que estén dispuestos a utilizar el transporte escolar, el Centro de Educación Ambiental ACTIO (Alborache) es una de las instalaciones adherida a la Red de Equipamientos de Educación Ambiental. Dispone de recursos educativos y equipos de educadores y educadoras ambientales con conocimientos, habilidades y disponibilidad para organizar y coordinar actividades al aire libre.
Y no estamos planteando ninguna locura.
Tal como citaba Javier Rico (periodista y educador ambiental) en una publicación en el blog de AverAves: las autoridades de la ciudad de Nueva York han aceptado todas las peticiones de los centros escolares para impartir la enseñanza al aire libre en los espacios exteriores de esos centros (cerca de 500). “Al menos 85 han conseguido permiso para cerrar calles adyacentes y un total de 224 podrán utilizar parques públicos”. Según puede leerse en esta noticia publicada en Ballena Blanca.
Reivindicamos, por tanto, el papel de los equipamientos, empresas, entidades y profesionales de la Educación Ambiental, como herramienta con la que llevar a cabo la vuelta a la normalidad en el ámbito escolar.
En este camino hacia lo que se ha dado a conocer cómo la “nueva normalidad” hará falta mucha educación ambiental. Esto ayudará a seguir afrontando la crisis global y la emergencia climática que, no lo olvidemos, no ha desaparecido con la pandemia.
Será necesario que la sociedad no pierda el foco y continúe avanzando hacia una verdadera y asegurada transición ecológica, en coherencia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) marcados en la Agenda 2030.
Teachers for Future Spain promueve las prácticas pedagógicas fuera del aula en el entorno natural más cercano al centro educativo. Este es una fuente inagotable de elementos de enseñanza-aprendizaje además de ser una herramienta para la sostenibilidad.
SEO/BirdLife solicitará a municipios, CCAA y Ministerio, que se valore seriamente la posibilidad de trasladar parte de las jornadas lectivas a espacios abiertos. Tanto en espacios urbanos (calles, plazas o parques) como, por supuesto, en plena naturaleza. “Fomentar centros educativos más verdes y sostenibles y realizar actividades en contacto con la naturaleza de forma continua, influye positivamente en la evolución de los alumnos y alumnas, proporcionándoles elementos naturales con los que interactuar y mejorar sus capacidades psicomotroces. Además solicitamos que se naturalice también el curriculum escolar”. Señala Federico García, coordinador del Área Social de esta ONG.
Como dice Javier Rico: «sea con ACTIO, con los propios profesores, con entidades o asociaciones locales, o con los AMPAS, por favor, que los niños, niñas y jóvenes no pierdan el contacto con el aire libre. Y tampoco con lo que nos enseña.»
Infórmate sobre nuestras rutas para colegios, institutos, AMPAS y Ayuntamientos.